El herpes simplex tipo uno (causante del herpes labial) no puede sobrevivir mucho tiempo fuera del organismo, por esta razón es necesario afirmar que este virus sólo se transmite a través del contacto directo con las lesiones, las mucosas o la región de piel afectada. Sin embargo, existe un riesgo muy bajo de infectarse a través del saludo de mano.
En primer lugar, un contagio de dicha naturaleza se presenta cuando la persona receptora sufre de alguna enfermedad que comprometa su sistema inmunológico, lo cual la hace más vulnerable ante la invasión de microorganismos oportunistas que ingresan de formas poco comunes.
Por lo anterior, se puede afirmar que existe una posibilidad de que las personas debilitadas puedan contraer esta enfermedad si saludan a un paciente infectado de herpes simplex tipo uno que previamente ha estornudado sobre su mano o se ha tocado la región afectada con la extremidad expuesta al contacto.
De este modo, se recomienda que los individuos con bajas defensas conozcan los principales síntomas del herpes labial, lo cual ayudará a detectarla oportunamente y evitará riesgos que comprometan la salud.
Durante los primeros días, la infección provocada por el herpes simplex tipo uno se presenta en forma de llagas que aparecen en los labios o la boca; luego de esta etapa inicial, las lesiones se revientan para dar paso a dolorosas úlceras que provocan sensación de quemazón, ardor y escozor.
Finalmente, estas molestias desaparecen sin dejar rastro alguno, por lo que el virus tiene un alto índice de contagio.