¿El herpes labial se puede contagiar por la leche materna?

Aunque el herpes es altamente contagioso, es muy poco probable que la infección se realice a través de la leche materna, debido a que este virus sólo se transmite por el contacto directo con las lesiones, mucosas o el área de piel afectada.

De acuerdo a lo anterior, conviene hacer una breve descripción de la enfermedad, con el objetivo de que el público en general conozca aquellos hábitos en los que existe un alto riesgo de contraer este padecimiento.

El herpes bucal es provocado por el virus herpes simplex tipo uno, el cual involucra la aparición de ampollas acuosas que estallan tras unos días, dando paso a úlceras que forman costra antes de cauterizar.

Una vez que este microorganismo ha invadido el cuerpo humano, permanecerá en él durante toda la vida, a la espera de que el sistema inmunológico esté vulnerable, cuando el virus se reactivará nuevamente, causando reincidencias de menor intensidad.

Por lo anterior, se concluye que el herpes simplex tipo uno es una enfermedad incurable, debido a que no existe un antibiótico capaz de destruirlo completamente; estas características han causado una elevada diseminación del padecimiento, el cual no se detecta a simple vista y por lo general invade el cuerpo de manera silenciosa antes de manifestarse claramente.

Sin embargo, la ciencia médica cuenta con antivirales como el aciclovir y el valaciclovir, medicamentos que aminoran los efectos adversos del virus y aceleran el periodo de recuperación.

Si bien es imposible que el virus del herpes simplex tipo uno se contagie a través de la leche materna, sí puede afectar a terceras personas cuando la piel de un individuo sano se expone directamente a las lesiones y las mucosas de un enfermo; por esta razón, es muy importante que la paciente con herpes bucal evite los besos y se abstenga de todo contacto que ponga en riesgo la salud del neonato.

Sin embargo, cuando la paciente desarrolla herpes simplex tipo dos (causante del herpes genital), existe una alta probabilidad de que el recién nacido contraiga dicha enfermedad al momento del alumbramiento, de manera especial cuando el parto natural se practica durante la fase activa del virus, es decir, cuando la madre presenta lesiones en sus órganos sexuales, síntoma típico de un brote producido por el herpes genital.

Por lo anterior, la extracción del producto debe realizarse mediante una cesárea, lo cual evitará que el neonato se infecte a través del contacto directo con el área genital.

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