La masturbación o auto estimulación no está directamente relacionada con la infección provocada por el virus del Herpes simplex tipo dos (causante del herpes genital), sin embargo, es necesario dar a conocer las principales características de esta enfermedad, debido a que dicha información será muy útil para el público joven y sobre todo para aquellas personas que apenas comienzan una vida sexual.
Además de ello, es importante hacer una descripción de los métodos de higiene y prevención más comunes, con lo cual se garantizará que la audiencia pueda gozar plenamente de su sexualidad.
El virus del herpes simplex tipo dos sólo se contagia mediante el contacto directo de las mucosidades y la piel; una vez que dicho virus invade el cuerpo humano, el paciente sufre de cefalea, prurito, dificultades al orinar y fiebre; mientras tanto, a los dos o tres días de la infección, aparecen lesiones en forma de vesícula que se revientan y dan paso a úlceras dolorosas.
Finalmente, estas molestias pueden desaparecer sin tratamiento alguno, sin embargo, este microorganismo nunca es eliminado y permanece de manera latente en espera de que las defensas bajen para atacar nuevamente.
Si bien existen medicamentos capaces de acelerar el proceso de recuperación, no existe una cura definitiva y hasta el momento sólo se cuenta con antivirales como el aciclovir y el valaciclovir, los cuales tienen una eficacia restringida y únicamente sirven para reducir las molestias provocadas por el virus del herpes simplex tipo dos. Aunado a ello, en la actualidad no se cuenta con los recursos tecnológicos para desarrollar una vacuna capaz de hacer frente al herpes, por estas razones, el uso del condón y la abstinencia sexual son altamente recomendables.
Como se sabe, la masturbación ha sido víctima de prejuicios y la ignorancia durante siglos, por lo cual es considerada como un tabú en algunos sectores de la sociedad occidental, sin embargo, es una práctica que evita el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Hoy en día, algunos especialistas la consideran como un método de autoexploración que ayuda a reconocer zonas erógenas y su respuesta ante la estimulación; debido a lo anterior, esta conducta no debe ser descalificada erróneamente.
Aunque la masturbación trae consigo grandes beneficios en la búsqueda de satisfacción sexual, tanto hombres y mujeres deben conocer adecuadas prácticas de higiene que ayuden a mantener la salud de la región genital.
Para la limpieza femenina, es necesario lavar la región vulva con abundante agua únicamente, procurando separar manualmente los labios externos de los internos, lo cual es útil para eliminar el exceso de una materia blancuzca que estimula el desarrollo de bacterias y agentes patógenos; por último, el vello púbico debe tallarse suavemente con jabón o champú.
Mientras tanto, en el caso del varón, el individuo debe retraer el prepucio del pene para que el glande y el frenillo queden expuestos y sean aseados con suficiente agua, lo cual eliminará la presencia de esmegma (mucosidad blanquecina que causa mal olor e infecciones); por último, el escroto y el vello deben enjabonarse y enjuagarse.
Aunque la información aquí presentada puede ser de gran ayuda para aquellas personas que quieren tener una satisfactoria vida sexual, es recomendable acudir con un especialista si la zona genital presenta cualquier anomalía, lo cual es una eficaz medida preventiva y reduce los efectos negativos causados por las enfermedades venéreas.