Generalmente, se recomienda el uso de antivirales como el aciclovir o el valaciclovir, los cuales aceleran el proceso de recuperación y reducen los efectos adversos del virus herpes simplex tipo uno; además de los beneficios anteriormente descritos, estos medicamentos brindan asombrosos resultados cuando son aplicados durante las etapas primarias de la infección, es decir, cuando se presentan los primeros síntomas de la enfermedad, por lo que se recomienda estar atentos ante la sensación de hormigueo, el enrojecimiento y la presencia de ardor.
A pesar de la efectividad del tratamiento con antivirales, un brote de herpes simplex tipo uno puede causar muchas molestias, por lo que se recomienda la utilización de remedios caseros que contribuyan a mitigar el ardor y la hinchazón, así como la sensación de hormigueo y de quemazón que se presentan en las zonas de piel afectada.
Entre las principales alternativas, cabe mencionar el uso de agua fría, hielo, bicarbonato, vinagre, el ácido tánico y compresas de té.
Inicialmente, se recomienda que el afectado lave las lesiones con agua fría, lo cual reduce el escozor y el ardor; además de reducir estas molestias, el lavado constante procurará que la piel tenga una buena higiene, lo que ayuda a controlar un brote de herpes bucal.
Mientras tanto, la sensación de quemazón puede contrarrestarse mediante la aplicación de hielo, debido a que las bajas temperaturas intervienen en el metabolismo de la piel afectada por el herpes simplex tipo uno.
A su vez, se aconseja aplicar una solución de bicarbonato combinado con agua, lo cual tiene excelentes resultados en la zona afectada y reduce los malestares más comunes; de igual modo, la aplicación de vinagre de manzana es muy aconsejada, debido a que esta sustancia contribuye a una rápida cicatrización.
Al igual que los consejos anteriormente expuestos, se recomienda el uso de ácido tánico, sustancia natural que es reconocida por sus características antivirales, por lo que se recomienda aplicar unas cuantas gotas sobre la región afectada; como resultado, se reducirá considerablemente el tamaño de las lesiones e incluso se producirá un brote muy pequeño.
Por este motivo, se recomienda que esta solución sea aplicada durante las primeras etapas de la infección, lo cual potencializará sus efectos.
De manera muy similar a lo que sucede con las gotas de ácido tánico, la aplicación de compresas de té ayuda a contrarrestar las molestias que se presentan en una fase inicial, sin embargo, su efecto es muy inferior al que se observa con medicamentos antivirales.
Estos casos consiste también se recomienda acudir a un profesional de la salud, quien está facultado para elaborar un diagnóstico y un tratamiento acertados; lo anterior no sólo garantizará una rápida recuperación, sino que además es una práctica muy útil en la prevención de nuevos brotes.