Cualquiera sabe que el herpes genital es realmente doloroso, y que por ello hoy en día se encuentran muchos tratamientos químicos que aseguran eliminar el problema. Yo recurrí a ellos y, sin embargo, después de utilizarlos seguí preguntándome como combatir el herpes genital, pues aún no me curaba. Por suerte, encontré una solución verdadera, que no es ni costosa ni peligrosa.
Todo mejoró absolutamente cuando me incliné por probar el tratamiento natural para el herpes. Encontré que este tratamiento realmente no se trata de una alternativa, sino que es la verdadera cura para el herpes genital. ¿Quieres saber cuáles son? Aquí te hablaré de ello.
Cuando el cuerpo está siendo afectado por el virus del herpes, es normal que te encuentres en una situación delicada, en la que eres más vulnerable también a otras enfermedades, puesto que tu sistema inmunológico se encuentra ocupado tratando de combatir el herpes genital.
Pero ¿sabías que puedes ayudarle a tu sistema inmunológico a combatir el herpes y de forma natural? Si aún no lo sabes, a continuación tienes la manera de hacerlo, para que compruebes por ti mismo que se puede curar el herpes y estar totalmente sano.
Curar el herpes genital con sales de Epsom
Lo primero que puedes hacer para solucionar este problema es utilizar sal de Epsom. Esta la puedes encontrar en farmacias o en cualquier otra tienda. Lo que harás para utilizarla es llenar la bañera con agua tibia o a una temperatura que no te moleste, pero que permita disolver bien la sal de Epsom. Agrega un sobre o dos de esta sal a la bañera y revuelve bien para disolver.
Después de que hayas preparado la bañera, sumérgete en ella y permanece dentro por al menos 15 minutos. Durante ese tiempo, las sales disueltas en el agua estarán interaccionando positivamente sobre las llagas del herpes genital.
Ten cuidado de no tocarlas mientras estés dentro del agua, ya que se humedecerán y estarán más sensibles. Solo deja que transcurra el tiempo sin hacer nada.
Lo mejor de este remedio es que rápidamente comenzarás a sentir alivio y que las llagas se secarán después de que se seque el agua cuando te hayas retirado. Puedes utilizar un secador de cabello para acelerar el proceso, pero no lo utilices con aire caliente, sino con aire frío, otra opción es un ventilador.
Limón para curar el herpes genital
Después de emplear la sal de Epsom, viene el limón, un remedio que te puede arder en su aplicación, pero que al utilizarlo estarás eliminando muchas bacterias que provoca el herpes genital y que empeoran las llagas si no se tratan.
Con las manos bien limpias, corta un limón por la mitad y exprime una de esas dos partes, vierte el jugo en un algún recipiente desechable, como un vaso o una bolsita. Luego utiliza un pequeño trozo de algodón limpio para empaparlo en el extracto de limón. Emplea el algodón para aplicarte suavemente el limón sobre las llagas.
Cada vez que necesites aplicarte este remedio, utiliza un trozo nuevo de algodón y no emplees el anterior, ya que así evitarás estropear el resto del remedio.
El limón deberá permanecer en las ampollas hasta que se seque. Te arderá durante ese tiempo, pero con cada nueva aplicación, tanto el dolor como las bacterias disminuirán.
Hielo para combatir el herpes genital
Luego de que el limón te mate las bacterias, otra forma de aliviar el dolor que provocan las ampollas y de frenar la actividad del herpes es creando un cambio brusco de temperatura. Si aplicas hielo sobre las ampollas, puedes conseguirlo.
Te recomiendo emplear un guante para que tu mano no se hele y no te incomode mantener hielo en la zona, que deberá permanecer hasta que se derrita. Después de varias aplicaciones, puedes utilizar el secador de pelo en frío o el ventilador, para secar la humedad.
Bicarbonato de sodio para curar el herpes genital
El bicarbonato de sodio hará que las llagas se sequen casi por completo. Este remedio es muy eficaz si las llagas están supurando, ya que absorbe todo lo malo y lo elimina.
Espolvorea un poco de este compuesto sobre la zona afectada, de modo que caiga sobre las llagas. Deja que actúe por un tiempo considerable hasta que notes que ha absorbido suficiente humedad. También podrás volver a aplicártelo tantas veces como creas necesarias.
Aloe vera para sanar el herpes genital
Por último, extrae un poco de aloe vera de una hoja de sábila recién cortada. Este lo aplicarás en la zona afectada y lo dejarás por toda la noche hasta que despiertes. Si puedes dormir sin ropa interior, intenta hacerlo, si no, duerme con ropa interior de algodón.
Todo lo anterior te servirá para saber como combatir el herpes genital cada vez que aparezca. Realiza todo con cuidado y recuerda lavarte las manos siempre, ya que el herpes es muy contagioso.